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El Laberinto de las Cosas Perdidas

El laberinto de las cosas perdidas es una de las llamadas mazmorras que están en Cronogea. Terriblemente peligrosa y nada recomendada la entrada en él.

El Laberinto de las Cosas Perdidas

¿Qué es?

El Laberinto de las Cosas Perdidas, es un lugar liderado por Jareth en el que se podría decir que nunca nada es lo que parece y que todo lo que ocurre en él es injusto.

¿Dónde van las cosas cuando se pierden? ¿Qué ocurre cuando pedimos que se lleven a algún ser al que no soportamos? ...Todo y todos llegan al Laberinto.

Cuando alguien o algo llega a este lugar, pueden ocurrir dos cosas: Que la persona que ha destinado al laberinto algo quiera recuperar lo perdido, o que simplemente esté satisfecho con la desaparición y no quiera recuperar lo perdido.

- Si quiere recuperar lo perdido... Jareth le dará acceso en el mejor de los casos al laberinto. Tendrá 13 horas para recorrer su reino lleno de trampas hasta llegar al centro del Laberinto, lugar en el que se encuentra su castillo. Claro está, que Jareth no suele dejar ganar a nadie y es capaz de manipular todo hasta el punto en el que resulta imposible llegar al centro del Laberinto. Lo habitual es NO llegar a la meta. En tal caso, pasadas las 13 horas, Jareth convertirá a esa persona en un Goblin y estará condenada a olvidar toda tu vida pasada y a servirle de forma fiel y eterna. Aún así, si consigue llegar y recuperar lo perdido y sale del Laberinto, la maldición de las Cosas Perdidas le perseguirá para toda su vida y esa persona estará condenada a perder para siempre un montón de cosas, llegando incluso, en el peor de los casos a perder absolutamente todo hasta quedar totalmente arruinado.

- Si no quiere recuperar lo perdido... Jareth esperará aún así 13 horas a que esa persona reclame aquello que ha cedido al Laberinto de las Cosas Perdidas. Si pasadas esas 13 horas todo sigue igual, Jareth ganará. Si es un objeto lo destinado al Laberinto de las Cosas Perdidas se quedará para siempre allí. Si por el contrario, es una persona, pasado ese tiempo se transformará en un Goblin y estará destinado a servir a Jareth para siempre.

¿Cómo se puede llegar?

El Laberinto de las Cosas Perdidas está al norte de Cronogea. De hecho, forma parte de una de las cuatro islas denominadas "Carcerem". Es la tercera de las cuatro islas y eso implica que es una de las zonas más peligrosas de toda la región. Es conocido como una leyenda por todo Cronogea y las amenazas a niños pequeños para ser enviados allí si no son buenos están a la orden del día.

Sin embargo, entrar en un lugar como el Laberinto de las Cosas Perdidas, no es tan sencillo como puede parecer. Incluso aunque llegues a la zona en la que está, si no tienes el permiso del líder, nunca podrás acceder a él y en su lugar, verás simplemente una explanada kilométrica.

Hay dos formas de llegar al Laberinto:

- Cediendo algo al Laberinto de las Cosas Perdidas. En ese caso, tendrás 13 horas para pedir a Jareth que te deje entrar a recuperar lo perdido. En caso de no hacerlo, será imposible adentrarse en él más adelante. La forma para conseguir que Jareth acepte algo para el laberinto es diciendo la siguiente frase: "Ojalá viniesen los Goblins y se te llevasen ahora mismo". Si esa frase es dicha con exactitud, los Goblins aparecerán cuando la persona o el objeto estén solos y serán llevados al Laberinto. A partir de ese momento, podrás solicitar entrar al Laberinto para recuperar lo perdido. Si la persona que alguien quiere enviar al laberinto ya tiene consciencia propia y NO quiere ir al laberinto, no servirá de nada que otra persona intente enviarla allí ya que no valdrá. Normalmente sólo son enviados los bebés, ancianos dementes y personas con enfermedad mental que no tienen una buena percepción de la realidad ni consciencia propia.

- Pidiendo a Jareth vivir en el Laberinto. Hay personas que sienten que no encajan en ningún lugar y que son totalmente rechazadas allá por donde pasen. En ese caso, pueden pedirle a Jareth formar parte de su Laberinto... Aunque eso implica lealtad y respeto absolutos hacia él para siempre. Si no se cumple alguna de estas dos, Jareth no dudará en convertir a esa persona en un goblin. Sin embargo, estas personas NO tienen un hogar como tal en el laberinto. No hay casas ni ciudades. Simplemente se dedican a vagar por un lado y otro sin rumbo fijo. Tienen opción de salir del Laberinto y un anillo que girado tres veces por ellos mismos en el propio dedo, vuelven a aparecer en el Laberinto. Aunque quieran, estas personas NO pueden llevar a nadie que no pertenezca al Laberinto y que por lo tanto, no tenga el permiso de Jareth para estar en él.

Es decir; las dos únicas formas para entrar al Laberinto de las Cosas Perdidas, son mediante el permiso de Jareth.

Dentro del Laberinto...

¿Qué se encontrarán las personas que accedan al Laberinto? Bien... Ya nos ha quedado claro cómo se puede entrar pero ahora nos queda saber cómo está dividido el Laberinto y dónde podemos acabar si fracasamos (que será lo más sencillo)

Aunque a simple vista veamos el Laberinto muy cercano y pensemos que es totalmente sencillo pasarlo, no debemos dejarnos engañar por eso. Son 13 horas las que te otorga Jareth para pasarlo... Y nunca serán suficientes.

El Laberinto está totalmente lleno de trampas y cuanto más te acercas al castillo, más trampas encontrarás que te dificultarán e impedirán la llegada al castillo de Jareth en el centro del Laberinto. Son muchos los caminos que te llevan al castillo. Pero son aún más los caminos que te llevan a callejones sin salidas, lugares horribles e incluso a la muerte segura.

Cuando aceptes el reto para entrar en el Laberinto, Jareth te dejará en la puerta de entrada y ésta se abrirá. En cuanto entres y la pueta se cierre, ya no habrá vuelta atrás. O superas el laberinto, o te quedas para siempre en él.

No tardaremos mucho en encontrar la primera de las dificultades del Laberinto. Sólo tendremos dos opciones para avanzar: Derecha o izquierda. No habrá, aberturas ni esquinas, ni nada. Es muy posible, que en esta primera ocasión, Gusi aparezca para darnos unas indicaciones básicas del Laberinto. Gusi es una de esas personas que tras sentir que no encajaba en ningún lugar, decidió jurar lealtad a Jareth y vivir en el Laberinto compatibilizándolo con su trabajo en el Códice.

Nos dirá que en el Laberinto de las Cosas Perdidas nunca nada es lo que parece y que por supuesto, nada es justo. Después nos animará a intentar cruzar la pared que tengamos en frente mostrándonos así la verdadera entrada al laberinto (esta vez sí que con esquinas, cruces y demás) y por lo tanto, ahora sí, empezaremos nuestra aventura.

La segunda de las zonas que podremos encontrar dentro del Laberinto de las Cosas Perdidas, es un laberinto tal cual. Sin embargo, la diferencia con uno normal y corriente es que las columnas irán cambiando cerrando caminos que hasta hacía un momento teníamos abiertos y abriendo otros nuevos que nos pueden llevar más cerca de nuestro objetivo o alejarnos de él.

Es muy habitual encontrarnos en esta zona a las puertas que nos ofrecerán un acertijo y dependiendo de la respuesta podremos seguir adelante en el Laberinto acercándote al Castillo o volviendo en el mejor de los casos, al inicio.

Si conseguimos pasar la zona anterior, empezaremos a entrar en la zona más "salvaje" del laberinto. En esta las murallas dejarán de ser de roca para ser de plantas. No es demasiado distinta a la zona anterior.. Sin embargo, y dado que nos estaremos acercando al Castillo, los enemigos y las trampas que aparecerán, serán cada vez más.

Enhorabuena. Si has llegado hasta aquí, entonces estás frente a la entrada de la ciudad de los Goblins y por lo tanto, la llegada hasta el Castillo de Jareth será pan comido. Al menos en lo referente a laberinto como tal.

Cuando llegues a la ciudad, lo primero que te recibirá es un Centinela Goblin. Se encargará de luchar contra ti para intentar impedirte que entres a la ciudad. Si te derrota, serás un Goblin. Si le derrotas, dará la alarma a toda la ciudad para que vayan a por ti. ¿Pensabas que el Laberinto en algún momento sería sencillo...?

Ya has conseguido llegar al Castillo de Jareth. Aquí podrás encontrarte con aquello que has ido a buscar. Sin embargo, el Rey del Laberinto no te lo va a poner fácil ni siquiera ahora.

El castillo será un caos de escaleras que parecen estar puestas sin ninguna lógica. Parecerá que subes y bajas al mismo tiempo. Siempre sin llegar a ningún lado. La única forma de ganar, será enfrentarte a Jareth y decirle por qué quieres llevarte aquello que cediste al laberinto. Es mejor darle un buen motivo, de lo contrario, serás un Goblin para siempre y todo el camino, habrá sido en vano.

Otros lugares...

Cuando una persona se adentra en el Laberinto de las Cosas Perdidas, lo raro es que consiga llegar al Castillo de Jareth y por lo tanto, ganar el juego. Hay infinidad de lugares que están en el Laberinto y en los que puedes acabar siendo algo peor que la muerte, sin duda. Jareth se encargará de llevarte a esos lugares para atraparte en ellos.

Algunos de los más comunes son:

Olvidadero

Los olvidaderos son mazmorras que están esparcidas por todo el Laberinto con el único fin que la persona que caiga en ellos sea olvidada con el paso del tiempo. Si alguien cae en un olvidadero, tendrá que buscar la forma de salir de él en el menor tiempo posible para poder seguir buscando la forma de llegar al centro del Laberinto. Parecerá en un primer momento que es una habitación cerrada y sin salida. Pero no es así. Todos los olvidaderos tienen una forma de salir... Sólo hay que saber ver dónde está la forma. A medida que te acercas al castillo de Jareth, hay más olvidaderos y es más fácil llegar a uno.

El Pantano del Hedor eterno

Es sin duda uno de los peores sitios a los que puedes llegar y no es demasiado complicado acabar en él. Basta con abrir la puerta equivocada o pisar en el lugar incorrecto. El pantano del hedor eterno, como bien indica su nombre, es un pantano en el que con sólo tocar una sola gota de él, un horrible olor se apoderará de tu cuerpo y apestarás por el resto de tu vida. Da igual cuántas veces te laves o cambies de ropa. Ese olor será tuyo para siempre. Salir del pantano del hedor eterno sin tocarlo es una odisea y es complicado. Debes armarte de calma y paciencia para conseguir salir totalmente limpio... El olor allí es insufrible. El peor lugar para alguien que tenga el olfato agudizado.

El basurero

El basurero es esa parte del laberinto en la que acaban todas las cosas perdidas y que no han sido reclamadas por el dueño. El basurero tiene un toque hogareño. Tratará de embaucar a la persona que se adentre en él para engañarle y hacer que se quede ahí las horas restantes. Es como si tuviese vida propia. Si una persona se queda allí sin darse cuenta las horas restantes, se convertirá en un Goblin condenado a vagar por el basurero rescatando aquellas cosas que le parezcan interesantes y creando tras su espalda una montaña llena de bártulos y cacharros inservibles.

¿A quién me puedo encontrar?

En el Laberinto de las Cosas Perdidas, hay toda clase de seres. Algunos que tratarán de ayudarte en tu aventura y otros que se encargarán de entorpecerte y mandarte al inicio o hacer que te quedes estancado. Te vamos a presentar algunos de los personajes más habituales que hay dentro del Laberinto.

Goblins

Los Globins son la peor parte de uno mismo. Es en lo que la gente se convierte cuando no supera el laberinto. Olvidan todo lo que ocurrió en sus vidas pasadas y se dedican a servir de forma plena a Jareth. Entorpecen en la medida que pueden el camino de los aventureros. No miden más de 30 centímetros o 40 los más altos. Son torpes, groseros, feos, malhablados y un poco bobos. Disfrutan haciendo sufrir al resto de personas... o incluso entre ellos mismos.

Jaguel

Jaguel es un hombrecito que mide entorno al metro veinte. Es feo y parece muy mayor aunque nadie se sabe cuántos años lleva exáctamente en el Laberinto. Sirve a Jareth. Sin embargo, a veces parece que te está ayudando a avanzar y otras veces te dice que sólo te está atrasando. Es una de esas personas en las que no sabes si debes confiar o no... Pues hacerlo es jugársela. Aparecerá de vez en cuando en tu travesía por el laberinto porque es curioso y le gusta saber quién es la persona aventurera que se adentra en el Laberinto.

Ludo

Si tienes la suerte de encontrarte con Ludo, te ayudará en tu travesía por el Laberinto sin dudarlo... siempre y cuando le ayudes tú a él primero. Si consigues ganarte su confianza, las amenazas físicas que encuentres, Ludo las afrontará por ti y permanecerá a tu lado vayas a donde vayas. Es una especie de bestia de tres metros y medio. Apenas habla, es más de repetir todo lo que digas... sin embargo, suele entender bien lo que le dicen.

Cabezones

Los cabezones son... No se sabe muy bien qué son. Para qué engañar. Es una especie de mono, patos, gallinas... Todo junto. Suelen ir en grupos de cuatro o cinco y habitan más en la zona del laberinto de los jardines. ¿Su mayor obsesión? Arrancarse la cabeza entre ellos y a los que se acerquen a ellos. Si no entras en su juego, te perseguirán para arrancarte la cabeza sí o sí.

Puertas

A lo largo del laberinto, verás muchas puertas. Algunas te hablarán para proponerte algún tipo de enigma o adivinanza. Otras puertas, sin embargo, no dirán nada y tendrás simplemente que elegir sólo una de ellas para seguir adelante. Muchas de estas puertas son trampas pero es obligatorio pasarlas para poder seguir adelante.

Hadas

¿Qué es lo que hemos dicho del Laberinto de las Cosas Perdidas? Que nada es lo que parece... Y tampoco las hadas. Son pequeños seres que parecen frágiles. Harán que te acerques a ellas para cuidarlas o cogerlas y entonces te morderán causando un gran dolor en la zona mordida. El dolor te durará varias horas y realmente es insoportable. En el Laberinto, las hadas no son seres puros que buscan la paz y el amor. ¡Cuidado!

Alarmas

Por todo el laberinto, hay muchísimas alarmas. Y cuanto más te acercas al castillo, más alarmas encontrarás. Son alarmas que asustan y pueden hacer huir a alguien cobarde. Son enormes caras estampadas en una piedra que hablarán con voz grave y profunda y te avisarán de una muerte segura si sigues tratando llegar al laberinto. Tú decides si hacerles caso o no.

Merlín

Merlín es un personaje muy peculiar... Es un perro que cabalga sobre un perro. Puede hablar al contrario que su montura que sólo ladra... Se considera a sí mismo un caballero e irónicamente, vaga por el Pantano del Hedor Eterno ya que le resulta un olor terriblemente agradable. Es uno de esos seres que han perdido la cordura en el interior del laberinto. Es posible que te ayude si le das un buen motivo para ello. La única forma de encontrarte con él es llegar al Pantano del Hedor Eterno.

Manos

Muchas veces, cuando estés cayendo en alguna trampa, serás sujetado por manos que te preguntarán el camino que quieres tomar. Las manos formarán la silueta de una cara y así adquirirán la capacidad de hablar y de ayudarte de alguna forma. No son agresivas, sin embargo, a veces su agarre puede doler.

Personajes que habitan en el Laberinto

Hay gente que decide vivir en el Laberinto y que llegan a un acuerdo con Jareth para hacerlo. No se entrometerán cuando alguien ajeno al Laberinto acceda para recuperar algo y serán totalmente leales y respetuosos con el Rey del Laberinto. No tendrán un hogar fijo ya que los únicos que pueden tener una casa en la ciudad son los Goblins. Podrán vagar por todos los lugares del Laberinto. ¿Cuál es la trampa por vivir aquí? Con el paso del tiempo, acabarán volviéndose complétamente locos.

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